¿Evolución o Involución?

lunes, 24 de marzo de 2014

Primer Contacto, "Escriptures hipertextuals" de Joan Compàs.

Sobre la lectura de J. Compàs, “Escriptures hipertextuals”, una vez leída, creo que es una obra muy completa que aborda ampliamente el tema/concepto de la hipertextualidad. Agradezco que haya sido mi puerta teórica hacia la hipertextualización. Sin embargo he de reconocer que se me ha hecho sumamente costosa, sobre todo la primera parte.

En términos generales, los primeros capítulos y la introducción tratan sobre el hipertexto propiamente dicho: su definición, significación, explicación y contextualización. Muy interesante me parece las partes que explican sus antecedentes directos e indirectos y sus implicaciones como herramienta literaria. El apartado que relaciona el tema con la postmodernidad y con los “clásicos” autores postmodernos (Barthes, Derrida, Foucault…) ha sido un verdadero quebradero de cabeza y sin duda me ha parecido lo más controvertido de la obra junto con las posteriores citas que definían el hipertexto. He de reconocer con total sinceridad que las cualidades, implicaciones y derivaciones del concepto “hipertexto” me parecían harto exageradas, magnificadas, ilusorias, selectivamente positivas…

Como decía en la presentación del blog, en la reflexión del tema soy completamente nuevo y esperaba que en cierto sentido se produjera algo similar, pero no de tanto alcance. Me parece evidente y comprensible que en cuanto se fija un objeto concreto a estudiar éste quede irremediablemente expuesto al cambio por la subjetividad y experiencia del observador. Si yo no había reflexionado sobre el tema era más que predecible que la lectura de alguien que sí lo hubiese hecho produjera un desnivel entre su discurso y el mío. Sin embargo la grandeza del desnivel suponía un conflicto de carácter puramente cualitativo. Nunca me había considerado una especia de tecnófobo -ni mucho menos- pero en comparativa con lo leído bien podría ser tildado de ello.

La voluntad de asemejar el discurso postmodernista con la hipertextualidad como medio de insertar las nuevas tecnologías en la comunidad intelectual (quien posee un generalizado reconocimiento del postmodernismo y un también generalizado escepticismo ante las nuevas tecnologías) era una conclusión a la que ya había llegado antes de leerla. No digo que éste sea precisamente el caso, pero el postmodernismo es utilizado como fuente de legitimidad para discursos de todo tipo, en muchos casos totalmente contradictorios y en alguno de manera sorprendente. No en vano la esencia propia del postmodernismo bien podría ser la pluralidad, la diversidad y la libertad con el único dogma y autoridad de “afuera los dogmas”. Creo que sí los postmodernistas escuchasen lo que muchas veces dicen sobre ellos y sus obras se quedarían como mínimo perplejos. Quizá sea ese el problema, servirse de la autoridad de ciertos autores que precisamente abogaban por el cese de la autoridad del autor. Si se les hiciese más caso se les tendría que citar menos.  


Durante la segunda parte de la obra, con infinidad de ejemplos de hipertextos, multimedia, interactividad y obras de arte digital, he entendido mucho mejor todo lo anterior. El problema principal era el no entender qué era hipertexto y qué no. Con cierta angustia del que descubre un mundo nuevo aun sin el conocimiento deseado del “viejo”, me he encontrado tras estos ejemplos un potencial abrumador. Tanto de las posibilidades que ofrece el medio como sus posibles efectos sociales e individuales. Ya comprendo la diferencia cualitativa del desnivel y espero ahora vender cara la cuantitativa. No por orgullo ni por aferrarme a mis convicciones en las que me muevo con relativa seguridad, sino porque no creo que los abrazos que se dan de la noche a la mañana duren mucho tiempo. Proceder con cautela y prejuicios -sabiendo que éstos no son ni mucho menos inmutables- puede ralentizar el aprendizaje pero creo que también lo hace más “sólido”.  


lunes, 10 de marzo de 2014

Visibilidad y Comentarios


Al configurar el blog he elegido no poner ningún tipo de restricciones a la hora de visualizar y comentar las diferentes entradas por multitud de motivos. No me gusta la privatización de la información y todavía menos la de la cultura, aunque atendiendo al sistema-mundo en el que vivimos es comprensible hasta cierto punto su existencia. Si los autores artísticos o intelectuales no obtienen beneficio económico es imposible que sigan manteniendo su labor y en este sentido se perderían millones de potenciales obras futuras. Sin embargo en torno a esta simplicidad se genera un absurdo y complejo entramado de intereses que condiciona enormemente al contenido de las propias potenciales obras futuras a la vez que “exclusiviza” a los posibles destinatarios. Que la obra artístico-cultural no pretenda la mayor extensión posible desde su concepción me parece algo contradictorio y difícil de entender. Claro está que hay límites en la universalidad, pero creo que éstos debieran de venir dados única y exclusivamente por el contenido de la misma y no por el “envoltorio”.

De todos modos un blog de estas características no creo que merezca un debate en torno a esta cuestión, y sin embargo no creo que por ello se deba de dejar de lado una mínima reflexión. En cuanto a la posibilidad de comentarios ocurre algo similar, no va a ser un blog especialmente visitado y su temática -aunque más que discutible y debatible- no creo que vaya a arrastrar a nadie hasta el punto de perder las “buenas” o “correctas” formas dejándose llevar por la emoción. No obstante también considero necesario una pequeña reflexión.

Aunque soy nuevo en la creación de contenido virtual, conozco lo suficiente los foros y otros mecanismos de interacción como para entender las frecuentes medidas de control y  regulación. Que sea comprensible de modo general no lo hace en ocasiones completamente absurdo, además obligar por medio del veto y la prohibición nuca me ha parecido el mejor camino. Aunque con mucha probabilidad sí que sea el más rápido, sencillo, y puede que a corto plazo, también efectivo. Me parece interesante observar cómo la supresión de identidad que ofrece el anonimato ayuda a ciertas personas -desprovistas de futura responsabilidad- a rebasar consciente y gratuitamente los límites que impone el “respeto”. Aun siendo éstos mucho más subjetivos y maleables de lo que con demasiada frecuencia nos creemos.

A estos comportamientos se les puede asociar con el concepto de libertad, hecho que creo que es del todo erróneo. Estar libre de consecuencias no significa ser libre. Por el momento el modo de construir nuestra identidad es indisoluble de la concienciación de unas posibles consecuencias. Momentáneamente el mundo virtual puede ofrecer una variación de ello, pero hasta que no se pueda vivir completamente en la “red” esto solo será un estado momentáneo y pasajero. Es verdad que el mundo virtual te ofrece la posibilidad de no tenerlas y ello es curioso e interesante, además puede ofrecer una sensación de poder al decir uno lo que quiera sin que ello le suponga  unos efectos similares a los de una interacción presencial. Pero esta sensación de poder no deja de ser falsa o engañosa porque en realidad no eres tú quien habla sino el personaje adoptado en ese momento que sin dejar de ser uno mismo tampoco lo es completamente. Además, en cuanto cierres tu ordenador volverás a ser tú y tus consecuencias. ¿De verdad es libertad si en realidad ya no eres del todo tú mismo?

Me parece una buena pregunta y un interesante tema a debatir, aunque yo ya he dicho que no me lo parece. De todos modos, aún aceptando que sí puede ser un estado de libertad personal, me gustaría añadir que no es lo mismo ser libre que trabajar para serlo. Es decir, yo puedo ser libre para menospreciar e insultar gratuitamente bajo el “cobijo” del anonimato pero hacerlo supone arrojar una piedra en contra de esa misma libertad. Si yo me sirvo de ese tipo de “libertad” estoy contribuyendo a que en un futuro cierto moderador -cansado de esa actitud que obstruye el devenir dialógico- tome medidas al respecto, y acabe prohibiéndome a mí junto al resto cualquier tipo de palabra malsonante. Tal y como siempre ha ocurrido en el mundo presencial, pero también ocurre en el virtual.


Cada uno que haga lo que quiera, pero personalmente me gustaría que la gente insulte y diga palabrotas si tienen que hacerlo, pero sin olvidarse de quienes son, y siendo conscientes de que están trabajando en pro de su libertad y la de todos.  

lunes, 3 de marzo de 2014

Presentación




Tal y como se comenta en la descripción del blog (parte inferior del título) este blog tiene su origen en la asignatura Escriptures Hipertextual perteneciente al Grau de Humanitats de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), y se encuentra bajo la dirección del profesor titular Joan CompàsMontaner. Dicha asignatura tiene como objetivo principal [1] el de realizar una “reflexión  humanística sobre las actuales formas de cultura (sociedad de la información y del conocimiento, revolución e información digital, textualidades electrónicas…)” centrándose en la creación literaria en línea (hipertextos y blogs) y en la creación colectiva del conocimiento (Wikipedia).

La síntesis entre la microelectrónica, la informática y las telecomunicaciones han propiciado una revolución digital que además de generar una inmensísima cantidad de información ha ofrecido multitud de sistemas para gestionarla. Entre ellos encontramos el hipertexto, que por medio de asociación de enlaces permite que de un texto podamos saltar a otro relacionado, generando una red de información interconectada, y emulando de este modo la operatividad de la mente y de la memoria humana. Sin duda ofrece una lectura mucho más libre que la tradicional en cuanto a que el lector se enfrenta continuamente ante la posibilidad de escoger un camino u otro, aun sin saber con seguridad a dónde le pueden llevar estas elecciones.

He tardado más de lo que me gustaría en publicar este primer post pues me estoy moviendo en un terreno completamente nuevo para mí y quería primero tener una mayor comprehensión de él  (creo que la foto de este post es bastante ilustrativa). Posteriormente me he dado cuenta de que la propia asignatura se basaba en ello, y por tanto he preferido “aventurarme” sin saber muy bien cómo hacerlo con el objetivo de que al finalizar este viaje pueda comparar este primer post con el último y ver la posible evolución sufrida.

Por esta incerteza en la que me encuentro en un campo nuevo para mí, he elegido el título del blog: “Hipertextualizando-me”. Esta palabra inventada contiene por una parte la palabra-concepto clave de la asignatura “hipertexto”, pero ha sido reconvertida en un verbo en gerundio para demostrar que dicha asignatura y su actividad es un proceso; un proceso de aprendizaje, de búsqueda, de análisis, de descubrimiento, de constatación, negación, refutación…

 El convertirlo en reflexivo mediante el “me” es en parte por una declaración del momento de desconocimiento en el que me encuentro y que debo subsanar e interiorizar para desenvolverme con facilidad en este nuevo y artificial contexto, y poder así extraer de él la mayor cantidad de ventajas posibles que me ofrece. Algunas ya las atisbo pero estoy seguro de que existen otras muchas más que se me escapan. También refleja la inevitable -aunque consciente- subjetividad del propio blog.

Espero pueda integrar este nuevo mundo lo suficientemente bien como para verme capaz al final de la asignatura de poder extraer el “me” y dejar el título en un mero “hipertextualizando”. Querrá decir que el entorno ya no supone un reto externo y adicional y simplemente opera de un modo natural e implícito. No creo que sea un mal objetivo inicial. 

[1] La información sobre la asignatura Escriptures hipertextuals se ha basado en la presentación que la propia Universidad ofrece de la misma.